Para protegerse del daño celular debido a la exposición solar, la piel cuenta con mecanismos de protección naturales que en ocasiones pueden resultar insuficientes. La protección celular bloquea las reacciones de los radicales libres, lo que conduce a la protección de las membranas celulares. Ayuda a limitar el efecto de fotoenvejecimiento de la piel y mejora la función de barrera de la piel.